Es una pena el estado de deterioro de esta fotografía porque es verdaderamente emotiva. Podemos ver a tres hermanos, de izquierda a derecha, mi tía Carmina, Armando (mi padre) y tía Manola Pañero. Posan delante de un lienzo que habrá puesto el fotografo de turno posiblemente en la plaza del pueblo. Como podéis ver mi padre ya era un gran aficionado a las dos ruedas. La bicicleta, una joya de aquellas de la posguerra, con frenos de varilla, un solo piñón, guardabarros y otros apliques que Orbea o BH estuvieron haciendo durante años con el mismo molde. La fotografía es de la que va sentada en la parte trasera de la bicicleta.