Ya hemos comentado que el primer paso que se dio cuando se comenzó a hacer la Presa fue hacer un túnel de unos 5 metros de ancho por 6 y medio de alto en la margen derecha del río (lado de Montehermoso) para desviar el cauce y de ese modo poder trabajar en el fondo del lecho sin problemas. Una vez que se concluyeron los trabajos aquel 31 de diciembre de 1968 la Presa quedó lista para funcionar y para ello se selló el túnel de desvío con una compuerta que a tal efecto se había construido durante las obras, momento en el que el agua comenzó a llenar nuestro Embalse. Desde aquí (fotografía) se bajó la compuerta (el túnel pasa por debajo) y para evitar la tentación de volver a abrirlas se serraron los dos volantes que sirvieron para hacer este trabajo (abajo a la derecha). Os podéis imaginar el sitio: cueva excavada a pico a la que se accede desde las galerías perimetrales, silencio sepulcral solamente roto por el agua que corre por los drenejes y ambiente inmejorable para echarse una buena siesta en verano. Solo falta la Virgen del Pilar encima de las columnas...