Después el fotógrafo se subió al balcón de tío Joseíno para poder inmortalizar mejor el baile de cintas ("bailar el cordón") que las mozas habían preparado como parte del ritual de fiesta. Como el suelo de la Plaza es de tierra la polvareda que levantan las danzantes crea una nube que da a nuestra fotografía un aspecto borroso. Fijáos que la Plaza todavía no tiene la fuente y que muchas de las casas que muestra la imagen todavía están presentes en el siglo XXI, más de 50 años más tarde.